“Medellín necesita más que un mesías que diga que viene a salvarla”: César Hernández – Cesar Hernandez

El ingeniero civil César Hernández vuelve al ruedo político para aspirar a la Alcaldía de Medellín, tal como lo intentó hace 4 años. Dijo que con Quintero la ciudad se devolvió más de 20 años.

La última foto que se recuerda de César Hernández —exdirector de la EDU, de Planeación Medellín y exgerente de Metroplús— fue en septiembre de 2019 cuando la Registraduría no le reconoció las 50.000 firmas que necesitaba para llegar al tarjetón y le hundió su aspiración a la Alcaldía. Después de montar empresa y acompañar la planificación de municipios y proyectos, vuelve al ruedo con la idea de retomar el camino que quedó a medias hace cuatro años. En marzo arrancará a recoger firmas, esperando haber aprendido las lecciones de la campaña pasada. Dijo que el cambio que metió Quintero no fue la primera sino la reversa, y que Medellín se devolvió hasta 2004, justo cuando Luis Pérez entregó la Alcaldía.

¿Qué pasó con usted después de que hundieron su aspiración?

“Terminada la campaña anterior, decidimos afrontar un reto empresarial a través de una sombrilla que se llama corporación Grupo Urbano. Empezamos a ofrecer servicios a alcaldías, a fabricar unidades deportivas, Uvas, vías. Y luego empezaron a solicitar nuestros servicios de planificación municipios como Sabaneta, Turbo, Maicao, Santa Fe de Antioquia. Estamos planificando ciudades, diseñando proyectos de infraestructura pública, habitacionales para entes privados y estamos ejecutando proyectos”.

Y si todo va tan bien con la empresa, ¿por qué volver a esta leonera que hoy es Medellín?

“En 2004, con seis meses de ser ingeniero civil del Politécnico Jaime Isaza, llegué a un proyecto muy bonito que se llamaba acciones con mi barrio en la alcaldía de Sergio Fajardo. A los seis meses me volví gerente de proyectos urbanos integrales. Nos tocó concebirlo, montar la metodología. Empecé a reconocer calle a calle la ciudad. Tuvimos experiencia en las comunas 1, 2, 5, 6, 7, 8, 9 y 13, ideamos las escaleras eléctricas. Luego pasé por la Gobernación, donde me especialicé en gestión del riesgo y en parques educativos, y volví a la Alcaldía de Federico Gutiérrez a replanificar la ciudad. Entonces vos lo que tenés es una conexión con la piel y la gente de Medellín. Cuando vos tenés esa conexión, trasciende tu deseo, tenés no solamente el corazón, sino la razón conectada con la ciudad. Hoy estamos en un ambiente caótico, se han destruido procesos sociales y físicos. Para esa leonera se requiere gente cualificada, que tenga la experiencia, el conocimiento porque no hay tiempo para aprender. Más que un mesías salvador de Medellín, tiene que llegar un equipo de trabajo independiente del partido.

Hay un discurso de la alcaldía promoviendo el antiuribismo como estrategia política para llegarle a un grupo focal de adeptos que van a votar por ellos y les van a generar ese blindaje electoral. Lo que estamos diciendo es, mire, los hombres y mujeres buenas están en todos los partidos. Es hora de conformar un equipo que permita que en cada sector haya gente con experiencia demostrada. Nosotros tenemos la capacidad de enfrentarnos a este gran problema y volver a encarrilar a Medellín”.

¿Qué diagnóstico hace de la alcaldía de Daniel Quintero?

“Medellín fue víctima de una persona que montó un personaje que estaba soportado por clanes políticos tradicionales, pero como en los últimos años habían ganado independientes, entonces remarcó ese concepto como una estrategia netamente electoral. ¿Qué pasa en ese momento? La gran apuesta era capturar a Medellín porque representa uno de los intereses económicos más grande del país, es el segundo presupuesto más grande.

Cuando vos tenés una ciudad como Medellín, con un capital de libre inversión que supera los $2 billones, ya se convierte en un interés más que político, económico y burocrático. Si sumas todas las hojas de vida que son potestad del alcalde, tenés un volumen de más de 5.000 que son objeto de interés político.

Quien eligió a Daniel pensó que su letrero de ‘independiente’ le daba continuidad a ese proceso que había arrancado Fajardo, Alonso, el mismo Aníbal Gaviria, Federico, pero resultó que no. Los procesos sociales y técnicos que había tenido Medellín, como Buen Comienzo, los proyectos urbanos integrales, el plan del Centro, no eran políticos, detrás había técnicos que no llegaban por mérito político.

Llega Daniel Quintero y el primer mensaje que le manda a los empleados que llevaban años es que si no tiene padrinos políticos, no puede continuar. Viene una desbandada de gente valiosa. Es un frenazo para la ciudad, porque cuando no hay sentido de pertenencia y se va gente que llevaba muchos años, es volver a empezar de cero. La gente que llega con su hoja de vida por temas políticos apenas empieza a conocer y a aprender. El verdadero cambio que metió Quintero fue la reversa, no la primera”.

¿Y eso cómo se traduce hoy en la campaña y sus candidatos?

“La estrategia política plantea generar odio, rabia o esperanza. El odio al uribismo y a que todo es culpa de ellos, es un discurso que va construido por una estrategia para generar odio; y desde el otro lado aparece la estrategia que compensa eso que es generar miedo con que siga una alcaldía como la del Quintero. Viene la pregunta, ¿Medellín se merece que hoy estemos entre esa polarización, cuando realmente el foco deberían ser los grandes problemas de la ciudad?

Es lo mismo que pasó en 2004 cuando se rompió ese proceso que venía con Luis Pérez, de corrupción y de malos manejos en la Alcaldía, y se pregunta, mire, vamos a seguir en función de esta persona o nos vamos a poner de acuerdo en la ciudad que queremos. Hubo un hito marcadísimo en el 2004 para poder traer la gente competente que formulara las soluciones.

Por eso no me voy a enfrascar en una estrategia en contra de Quintero, porque hoy el discurso es tenemos que unirnos contra su candidato. Y no, nos debemos unir a pensar en cómo recuperar los procesos que estaban funcionando para que otra vez la ciudad vaya en esa inercia y, con las nuevas realidades, montar los nuevos programas que respondan a esas problemáticas”.

¿Con quienes haría alianzas y con quienes no?

“Si la alianza es en función técnica por la ciudad, con las concepciones que hoy requiere la ciudad, sí. Si es una alianza política, no, porque yo no estoy buscando cargos en Medellín. No haría alianzas con cualquiera que represente la alcaldía actual, esos no, porque han destruido la ciudad.

¿Cómo y cuándo va a recoger las firmas?

“En febrero terminamos el proceso que estamos haciendo en la ciudad, no arrancamos antes porque nuestra campaña no es una campaña mesiánica, salvadora. Estamos barriendo comuna por comuna por comuna, pero no haciendo recorridos políticos y reuniones masivas para mirar a ver cuál es la capacidad política, no. Estamos volviendo a hacer un diagnóstico de lo que hoy queda, para recoger programas y proyectos de los últimos 20 años que han sido exitosos y que fueron aplicados en el territorio, para hacerle nuevamente la versión 2.0. Buscamos llevar a cada comuna y corregimiento una apuesta detallada de proyecto y programa”.

Articulo tomado de ElColombiano.com https://www.elcolombiano.com/antioquia/entrevista-a-cesar-hernandez-candidato-a-la-alcaldia-de-medellin-2023-KD20324097

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